Ramiro Tagliaferro llegó a la Intendencia de Morón amparado en las consignas de Cambiemos y de la mano de su mujer, la gobernadora María Eugenia Vidal.
Dos años antes ya se había sometido a las urnas y se había convertido en concejal, ocupando el cuarto lugar de la lista del Frente Renovador, como parte del acuerdo que ya desde entonces, tenían Sergio Massa y Mauricio Macri en decenas de distritos. Poco tiempo después, y ya con la Intendencia en la mira, rompió filas y armó bloque aparte bajo los colores del PRO, partido del que forma parte desde que se creó.
Si algo caracterizó a la fuerza que llevó a Macri a la presidencia, fue la idea de "cambio"; tanto que la alianza conformada por el PRO con la UCR y la Coalición Cívica que lidera Elisa Carrió fue bautizada como "Cambiemos", y desde allí partieron los ejes de campaña.
Con slogans de campaña sin demasiado contenido que recurrían permanentemente a un cambio en la forma de hacer política. Idea que penetró en los votantes y que ni siquiera los escándalos por los usos de los fondos de pauta oficial y contrataciones del gobierno de la Ciudad lograron disminuir su intensidad. Escándalo en el que el propio Tagliaferro se vio implicado cuando se supo que su propia esposa, María Eugenia Vidal, pagaba a la empresa Poliarquía, de la que Tagliaferro era socio, por encuestas a precios muy superiores a los de mercado.
El "cambio" prometía también aplicar una manera diferente de hacer política territorial y del manejo de la administración pública, sin embargo en Morón nada parece rumbear por esos caminos.
Al acuerdo explícito que supo tener el PRO con el Frente Renovador para integrar listas en 2013, hubo un acuerdo tácito en 2015 en el que si bien cada quien llevó sus propios candidatos, las tropas del massismo local ayudaron a que fuera Tagliaferro quien accediera a la Intendencia. La ayuda llegó después de las PASO, donde sirvió de gran encuesta para observar que el candidato del Frente Renovador no tenía chances de ganar y en cambio, sí las tenía el hombre de "Cambiemos" que finalmente desplazó al candidato del FpV, Hernán Sabbatella, quien a su vez había ganado la interna a Pablo Navarro, el candidato del PJ.
Los favores, en política, siempre se pagan, y la ayuda del massismo nunca es gratis. Tampoco la de los "viejos" peronistas de la región.
La mención de Pablo Navarro, tampoco es casual. El hombre que aspira a manejar las riendas del peronismo de Morón y tuvo su paso como funcionario de Daniel Scioli nunca se alineó más allá de la foto, a la conducción del sabbatellismo en Morón. Hasta 2015, Nuevo Encuentro había competido siempre como "colectora" del FpV en muchos distritos y había tenido incluso la exclusividad en el propio, algo que perdió el año pasado cuando fue obligado a someterse a internas también en Morón. Ganó las PASO y se suponía que el peronismo se encolumnaría tras la candidatura de Sabbatella, pero en la práctica se duda que haya ocurrido así.
Navarro fue, entre otros, integrante de aquella línea que tuvo poca vida, y que había sido bautizada como "La Juan Domingo". Una vertiente de tinte sciolista que en verdad agrupaba a dirigentes de larga data, aferrados a cargos y bancas que pretendían no tener que abandonar. Allí recalaron entre otros, Luis Acuña y su esposa María Azucena Ehcosor, el Intendente de Hurlingham y la Senadora provincial por aquellos tiempos. Tiempos en los cuales aún no habían cruzado el charco para convertirse en massistas.
Pero la participación del ex Intendente de Hurlingham en el distrito de Morón, no se agota con Pablo Navarro. Hace pocos días se supo que su ex "Secretaria Privada" y virtual Intendenta de Hurlingham, Verónica Gabriela Pérez, está nombrada desde el 10 de diciembre de 2015 como Directora de la Unidad Intendente. Traducido, la nueva Secretaria Privada del flamante Intendente de Cambiemos.
QUIEN ES PEREZ
Desde que comenzó a estar cerca de Luis Acuña, fue creciendo su influencia sobre éste y en el gobierno municipal, hasta quedar prácticamente a cargo de la gestión de Acuña en Hurlingham. Ella era quien, no sólo comandaba los temas propios de la Secretaría a su cargo, sino que manejaba todo lo que tuviera que ver con la política local, chocando incluso con dirigentes políticos del acuñismo. Funcionarios, empleados y dirigentes no tienen buen recuerdo de ella, por su maltrato y decisiones políticas. Incluso hay quienes la responsabilizan a la par del Jefe de campaña de la derrota en manos de Juan Zabaleta.
"Le regaló un municipio a una loca y dejó la estrategia electoral en manos de un pendejo", fue la sintética conclusión a la que llegó uno de los concejales de mayor experiencia en el distrito. Bernardo Magistochi, ex jefe de prensa, ex candidato a concejal y encargado de la campaña de Acuña en 2015 es a quien el concejal se refiere como "el pendejo". Demás está decir a quién se refiere como "la loca".
Verónica Pérez es conocida por Buenos Aires 2punto0 ya que fue quien llamó a la persona titular de esta agencia de noticias por teléfono, a su domicilio particular (desconociendo cómo accedió a ese dato), para solicitar que una nota desfavorable para Luis Acuña fuera "bajada".
La ahora funcionaria de Morón, cuando estaba "a cargo de la Intendencia" de Hurlingham, no sólo decidía cada detalle de la gestión, sino que por ella debían pasar sí o sí, quienes pretendían ser atendidos por el Jefe comunal (incluso, dirigentes y funcionarios) y muy especialmente, los proveedores.
Es Ramiro Tagliaferro quien debería explicar cuál es el "cambio" que propuso a los vecinos de Morón, y por medio de qué acuerdo la "Secretaria Privada" a cargo de la Intendencia de Hurlingham es ahora una de sus principales funcionarias.
Regresar
